Cajeros automáticos de criptomonedas: cómo los estafadores atacan a las víctimas

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Los cajeros automáticos de criptomonedas, cada vez más comunes en tiendas de conveniencia y gasolineras, se han convertido en una herramienta clave para los estafadores que se dirigen a personas vulnerables. Estas máquinas, que convierten efectivo en criptomonedas, eluden los sistemas bancarios tradicionales, lo que facilita a los estafadores extraer fondos y desaparecer sin dejar rastro.

La creciente amenaza de Crypto A.T.M. Estafas

La proliferación de estos cajeros automáticos ha coincidido con un aumento de los delitos financieros. Solo en 2023, se presentaron casi 11.000 denuncias relacionadas con estas máquinas, por un total de 246,7 millones de dólares en pérdidas. Las estimaciones para la primera mitad de 2024 muestran que se perdieron otros 240 millones de dólares por fraude en cajeros automáticos de criptomonedas. Esto las convierte en una ruta particularmente atractiva para los delincuentes debido a su accesibilidad y facilidad de uso, especialmente para quienes no están familiarizados con las monedas digitales.

Cómo funcionan las estafas: un ejemplo del mundo real

Mary Handeland, una agente inmobiliaria de 71 años de Wisconsin, fue víctima de una estafa romántica. Conoció a un hombre en línea que decía ser un ingeniero que trabajaba en Texas. Durante varios meses, la manipuló para que depositara 98.300 dólares en cajeros automáticos de criptomonedas con el pretexto de amor y dificultades financieras. Como muchas víctimas, la Sra. Handeland lo perdió todo y no tuvo ningún recurso para recuperarse.

Por qué los cajeros automáticos criptográficos son ideales para los estafadores

Estas máquinas operan fuera del sistema bancario tradicional, lo que dificulta el seguimiento y la recuperación de las transacciones. Los estafadores explotan este anonimato al ordenar a las víctimas que depositen dinero en efectivo en criptomonedas, que luego pueden lavarse a través de diversos intercambios digitales y jurisdicciones fuera del alcance de las autoridades estadounidenses.

La magnitud del problema

Según TRM Labs, una empresa de criptoanálisis, las transacciones ilícitas vinculadas a cajeros automáticos de criptomonedas fueron más de 17 veces mayores que las de la industria criptográfica en general desde 2023 hasta principios de 2024. Este aumento ha provocado respuestas regulatorias en varios estados, incluidos California e Illinois, que han limitado los volúmenes y las tarifas de las transacciones.

Respuesta y limitaciones de la industria

Algunos cajeros automáticos de criptomonedas Los operadores afirman que las estafas representan un pequeño porcentaje de las transacciones. Bitcoin Depot, por ejemplo, afirma que las actividades fraudulentas representan sólo el 2-3% de sus transacciones en Estados Unidos. Sin embargo, incluso este pequeño porcentaje se traduce en pérdidas millonarias para las víctimas.

Operadores como Byte Federal y Coinme han implementado medidas de prevención de fraude, incluidas alertas para clientes mayores y monitoreo de transacciones. Sin embargo, como admite Sung Choi, director de operaciones de Coinme, los delincuentes se adaptan constantemente y eluden estas salvaguardas.

Esfuerzos regulatorios y desafíos actuales

California, Illinois y otros estados han comenzado a regular los cajeros automáticos de criptomonedas, limitando los montos y las tarifas de las transacciones. Sin embargo, la naturaleza descentralizada de las criptomonedas y el anonimato que ofrecen estas máquinas dificultan su aplicación.

El costo humano

Para víctimas como Connie Ruth Morris, una enfermera jubilada de Texas, los cajeros automáticos de criptomonedas representan una pérdida financiera y emocional devastadora. Después de ser blanco de una estafa romántica, perdió miles de dólares al depositar efectivo en estas máquinas bajo la dirección de un estafador que se hacía pasar por un actor brasileño.

Conclusión

Los cajeros automáticos de criptomonedas se han convertido en una vulnerabilidad importante en el sistema financiero, permitiendo a los estafadores explotar a personas vulnerables con poco riesgo de recuperación. Se están realizando esfuerzos regulatorios, pero la naturaleza descentralizada de las criptomonedas y la adaptabilidad de los delincuentes significan que estas máquinas probablemente seguirán siendo una herramienta importante para el fraude en el futuro previsible.